El Viernes Santo es el días más largo para la Villa de toda la Semana Santa, y también uno de los más bellos y esperados, ya que las tres procesiones de la jornada –Encuentro, Calvario y Santo Entierro-, se agrupan entre la mañana, el mediodía y la tarde. Sin embargo, sólo las dos primeras lograron completar satisfactoriamente sus respectivos recorridos.
La procesión del Encuentro salía puntual desde la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán. A las 8 de la mañana, se ponía el estandarte en la puerta del templo, y salían las sagradas imágenes. Por último, Nuestro Padre Jesús Nazareno enfilaba la calle Viera camino del Encuentro. El paso del Señor llevaba gladiolos malvas y en la delantera del paso un pequeño ramo de jerberas moradas. Ntra. Sra. de Los Dolores se engalanó con gladiolos blancos, y San Juan, Santa María Magdalena y la Verónica llevaban en sus tronos ramos de liliums de diferentes colores cada uno.
Una vez que la procesión llegó a la Plaza de Casañas se realizó la representación del Encuentro de Jesús Nazareno con su Madre, su Discípulo Amaddo, Santa María Magdalena y la Verónica. Un acto que como todos los años llamó la atención del público, especialmente los más pequeños, que se sorprenden al ver a San Juan correr en busca de la Virgen Dolorosa, para avisarla de que por fin, ha encontrado al Maestro, camino del Calvario.
Una vez finalizada la ceremonia, la procesión discurrió por el trayecto de costumbre, completando su recorrido en una mañana radiante de Viernes Santo, que no presagiaba tan triste desenlace. A las 11:05 de la mañana, el último paso del cortejo procesional, hacia su entrada en el templo parroquial de Santo Domingo.
Una hora más tarde, a las 12 del mediodía, desde la Ermita del Calvario (Parroquia de San Isidro Labrador), la Real y Venerable Hermandad del Santísimo Cristo del Calvario ponía todos sus tronos en la calle, bajo un sol de justicia y unas elevadas temperaturas que agobiaron de calor a los hermanos de la corporación. Los Santos Varones, Santa María Magdalena, y San Juan iban con un exorno floral de rosas, de diferentes colores cada uno. Pero la ornamentación floral del Santísimo Cristo del Calvario, último paso de esta procesión, llamó la atención por su exquisito gusto y belleza. El ramo de la delantera concentraba orquídeas moradas, orejas de burro de pequeño tamaño de una tonalidad entre morado y color vino oscuros, fresias moradas y cardos. Además, el cuerpo del Señor, sostenido por los brazos de su Madre, llevaba una sabanilla nueva, estreno destacado de esta Semana Santa 2011.
Completaron brillantemente el siguiente recorrido: Ermita del Calvario (salida), Calvario, Nicandro González, Tomás Zerolo, Inocencio García. Parroquia de Ntra. Sra. de La Concepción (estación en el Monumento y Sermón), Tomás Pérez, Carrera del escultor Estévez, San Agustín, Carrera del escultor Estévez, Calvario, Ermita del Calvario (entrada). A lo largo de este itinerario hubieron momentos especialmente solemnes y emotivos, de los cuales es de destacar la procesión por la calle de la Carrera con “Aires de Triana”, por la calle de San Agustín bordeando la Plaza de la Constitución, donde la belleza del entorno otorga gran vistosidad al cortejo, o la parada a las 15:00 horas, momento en el que según los textos bíblicos expiró el Salvador, guardándose un minuto de silencio y rezando la oración del Padrenuestro.
También es digno de mención la gran cantidad de hermanos que conformaron la procesión, seguida también por un buen número de fieles. No en vano, el Señor del Calvario es un gran referente devocional para los orotavenses.
Finalmente, la procesión hacía su entrada a las 15:20 horas, sin contratiempos y de forma brillante y solemne. Sin duda, uno de los cortejos procesionales más hermosos de nuestra Semana Mayor.
Era entonces el turno de la Hermandad del Santo Entierro, y a las 5 de la tarde comenzaron los Solemnes Cultos de la Liturgia de la Muerte del Señor en la Parroquia de San Juan Bautista. La iglesia se encontraba llena, y la Celebración se desarrolló como de costumbre, con gran solemnidad y recogimiento.
A las 7 de la tarde, comenzaba a salir la procesión del Santo Entierro, la más larga de toda la Semana Santa de La Orotava. Se tenía que seguir el siguiente recorrido: Parroquia de San Juan Bautista (salida) Plaza de San Juan, San Juan, Marqués, Centella, Claudio, Doctor Buenaventura Machado, Doctor Domínguez González, San Francisco, Iglesia de San Francisco (estación del Señor Muerto en su interior), San Francisco, Carrera del escultor Estévez, Tomás Pérez, León, Fernando Fuentes, San Juan, Plaza de San Juan, Parroquia de San Juan Bautista (entrada. Ceremonia del Santo Entierro).
Poco a poco, la procesión fue saliendo de la parroquia con una gran cantidad de personas en la plaza y en las aceras aledañas al templo. Como siempre, Nicodemo y José de Arimatea abrían el cortejo, ambos ornamentados con rosas de distintos colores cada uno, luego Santa María Magdalena y San Juan, con el mismo exorno floral que la noche de ayer Jueves Santo. Con la Banda de Cornetas y Tambores de San Juan Bautista interpretando la marcha Fúnebre Real, salía del templo el paso del Señor Muerto, custodiado por la Hermandad del Santísimo Sacramento portando los faroles de plata. El trono del Cristo lucía un enrame de rosas rojas y liatris morados, cubierto con la sábana nueva que ha sido donada por un hermano del Santo Entierro, y que también ha sido uno de los estrenos de este Viernes Santo. Detrás le seguía de cerca el paso de Ntra. Sra. de Los Dolores, que también llevaba una nueva toca de encaje de plata, y que se presentaba en la plaza ataviada con su traje negro liso, austera y elegante como siempre, ornamentado su trono con rosas blancas y alelíes.
Cuando la procesión iba por la calle Marqués, las primeras gotas de agua hicieron acto de presencia, y el cielo de la Villa se tornaba gris y plomizo. Sin embargo, tras unos minutos en los que el nerviosismo y las dudas imperaron en la Hermandad del Santo Entierro, la fina llovizna cesaba y se decidió continuar con el cortejo. Aunque la procesión aun se encontraba cerca de la Parroquia era complicado volverse y dar marcha atrás, ya que la calle de San Juan estaba llena de cera por las velas de las hermanas, y mezclada con el agua hace que resultara demasiado resbaladizo y peligroso como para bajar los pasos por ahí. Pero la mala fortuna hizo que cuando ya estábamos por Centella y la cabecera de la procesión en Claudio, la lluvia volvía esta vez de forma intensa y fuerte. El Cristo llegó a Claudio y allí se le cubrió con un plástico, que se deposita siempre debajo del trono en previsión de que algo así pueda ocurrir. Pero la lluvia seguía y cada vez más fuerte. Los hermanos se llevaron un buen aguacero, y se decidió atajar por la calle Nueva para subir por San Juan y entrar en la Parroquia lo antes posible.
El esfuerzo de todos los hermanos por cargar a un ritmo rápido estos pesados tronos es de elogiar, pues gracias a la coordinación de los celadores que supieron mantener la calma, y el buen hacer de todos los cargadores, se logró entrar en media hora todo el cortejo procesional, desde Claudio hasta San Juan. Pero fueron treinta minutos angustioso para todos los cofrades, que lamentaban no poder continuar con el recorrido, y que las imágenes se estuvieran mojando a excepción del Señor.
A su llegada al templo, que se encontraba lleno de fieles que esperaban la entrada de la procesión, se celebró con tranquilidad y gran solemnidad la Ceremonia del Santo Entierro del Señor, con la marcha Tosca de fondo, interpretada como es tradional por la Banda de Música en el interior de la iglesia. Después que la imagen del Cuerpo del Señor Muerto fue sepultado en el catafalco, el párroco de San Juan Bautista pronunció un pequeño sermón de despedida, convocando a toda la comunidad parroquial a la Vigilia Pascual de mañana, Sábado Santo.
El equipo de Orotava Cofrade desea felicitar a la Hermandad del Santo Entierro, por el trabajo que han realizado durante estos tiempos de preparación. Se ha hecho todo lo posible para que las cosas salieran bien, pero con la climatología no se puede hacer nada, mas que esperar que no llueva, y lamentablemente, en esta Semana Santa la lluvia ha sido la gran protagonista.
Esperemos que pueda salir esta noche la Procesión del Silencio, con la imagen de la Dolorosa de la Parroquia de Ntra. Sra. de La Concepción, que es la que cierra siempre la jornada de Viernes Santo. Tiene prevista su salida a las 11 de la noche, con el siguiente recorrido: Parroquia de Ntra. Sra. de La Concepción (salida), Alfombristas, Colegio, Carrera del escultor Estévez, Tomás Zerolo, Inocencio García, y Parroquia de Ntra. Sra. de La Concepción (entrada).
No obstante, el mal sabor de boca ya no nos lo quita nadie.
I. G. S.
La procesión del Encuentro salía puntual desde la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán. A las 8 de la mañana, se ponía el estandarte en la puerta del templo, y salían las sagradas imágenes. Por último, Nuestro Padre Jesús Nazareno enfilaba la calle Viera camino del Encuentro. El paso del Señor llevaba gladiolos malvas y en la delantera del paso un pequeño ramo de jerberas moradas. Ntra. Sra. de Los Dolores se engalanó con gladiolos blancos, y San Juan, Santa María Magdalena y la Verónica llevaban en sus tronos ramos de liliums de diferentes colores cada uno.
Una vez que la procesión llegó a la Plaza de Casañas se realizó la representación del Encuentro de Jesús Nazareno con su Madre, su Discípulo Amaddo, Santa María Magdalena y la Verónica. Un acto que como todos los años llamó la atención del público, especialmente los más pequeños, que se sorprenden al ver a San Juan correr en busca de la Virgen Dolorosa, para avisarla de que por fin, ha encontrado al Maestro, camino del Calvario.
Una vez finalizada la ceremonia, la procesión discurrió por el trayecto de costumbre, completando su recorrido en una mañana radiante de Viernes Santo, que no presagiaba tan triste desenlace. A las 11:05 de la mañana, el último paso del cortejo procesional, hacia su entrada en el templo parroquial de Santo Domingo.
Una hora más tarde, a las 12 del mediodía, desde la Ermita del Calvario (Parroquia de San Isidro Labrador), la Real y Venerable Hermandad del Santísimo Cristo del Calvario ponía todos sus tronos en la calle, bajo un sol de justicia y unas elevadas temperaturas que agobiaron de calor a los hermanos de la corporación. Los Santos Varones, Santa María Magdalena, y San Juan iban con un exorno floral de rosas, de diferentes colores cada uno. Pero la ornamentación floral del Santísimo Cristo del Calvario, último paso de esta procesión, llamó la atención por su exquisito gusto y belleza. El ramo de la delantera concentraba orquídeas moradas, orejas de burro de pequeño tamaño de una tonalidad entre morado y color vino oscuros, fresias moradas y cardos. Además, el cuerpo del Señor, sostenido por los brazos de su Madre, llevaba una sabanilla nueva, estreno destacado de esta Semana Santa 2011.
Completaron brillantemente el siguiente recorrido: Ermita del Calvario (salida), Calvario, Nicandro González, Tomás Zerolo, Inocencio García. Parroquia de Ntra. Sra. de La Concepción (estación en el Monumento y Sermón), Tomás Pérez, Carrera del escultor Estévez, San Agustín, Carrera del escultor Estévez, Calvario, Ermita del Calvario (entrada). A lo largo de este itinerario hubieron momentos especialmente solemnes y emotivos, de los cuales es de destacar la procesión por la calle de la Carrera con “Aires de Triana”, por la calle de San Agustín bordeando la Plaza de la Constitución, donde la belleza del entorno otorga gran vistosidad al cortejo, o la parada a las 15:00 horas, momento en el que según los textos bíblicos expiró el Salvador, guardándose un minuto de silencio y rezando la oración del Padrenuestro.
También es digno de mención la gran cantidad de hermanos que conformaron la procesión, seguida también por un buen número de fieles. No en vano, el Señor del Calvario es un gran referente devocional para los orotavenses.
Finalmente, la procesión hacía su entrada a las 15:20 horas, sin contratiempos y de forma brillante y solemne. Sin duda, uno de los cortejos procesionales más hermosos de nuestra Semana Mayor.
Era entonces el turno de la Hermandad del Santo Entierro, y a las 5 de la tarde comenzaron los Solemnes Cultos de la Liturgia de la Muerte del Señor en la Parroquia de San Juan Bautista. La iglesia se encontraba llena, y la Celebración se desarrolló como de costumbre, con gran solemnidad y recogimiento.
A las 7 de la tarde, comenzaba a salir la procesión del Santo Entierro, la más larga de toda la Semana Santa de La Orotava. Se tenía que seguir el siguiente recorrido: Parroquia de San Juan Bautista (salida) Plaza de San Juan, San Juan, Marqués, Centella, Claudio, Doctor Buenaventura Machado, Doctor Domínguez González, San Francisco, Iglesia de San Francisco (estación del Señor Muerto en su interior), San Francisco, Carrera del escultor Estévez, Tomás Pérez, León, Fernando Fuentes, San Juan, Plaza de San Juan, Parroquia de San Juan Bautista (entrada. Ceremonia del Santo Entierro).
Poco a poco, la procesión fue saliendo de la parroquia con una gran cantidad de personas en la plaza y en las aceras aledañas al templo. Como siempre, Nicodemo y José de Arimatea abrían el cortejo, ambos ornamentados con rosas de distintos colores cada uno, luego Santa María Magdalena y San Juan, con el mismo exorno floral que la noche de ayer Jueves Santo. Con la Banda de Cornetas y Tambores de San Juan Bautista interpretando la marcha Fúnebre Real, salía del templo el paso del Señor Muerto, custodiado por la Hermandad del Santísimo Sacramento portando los faroles de plata. El trono del Cristo lucía un enrame de rosas rojas y liatris morados, cubierto con la sábana nueva que ha sido donada por un hermano del Santo Entierro, y que también ha sido uno de los estrenos de este Viernes Santo. Detrás le seguía de cerca el paso de Ntra. Sra. de Los Dolores, que también llevaba una nueva toca de encaje de plata, y que se presentaba en la plaza ataviada con su traje negro liso, austera y elegante como siempre, ornamentado su trono con rosas blancas y alelíes.
Cuando la procesión iba por la calle Marqués, las primeras gotas de agua hicieron acto de presencia, y el cielo de la Villa se tornaba gris y plomizo. Sin embargo, tras unos minutos en los que el nerviosismo y las dudas imperaron en la Hermandad del Santo Entierro, la fina llovizna cesaba y se decidió continuar con el cortejo. Aunque la procesión aun se encontraba cerca de la Parroquia era complicado volverse y dar marcha atrás, ya que la calle de San Juan estaba llena de cera por las velas de las hermanas, y mezclada con el agua hace que resultara demasiado resbaladizo y peligroso como para bajar los pasos por ahí. Pero la mala fortuna hizo que cuando ya estábamos por Centella y la cabecera de la procesión en Claudio, la lluvia volvía esta vez de forma intensa y fuerte. El Cristo llegó a Claudio y allí se le cubrió con un plástico, que se deposita siempre debajo del trono en previsión de que algo así pueda ocurrir. Pero la lluvia seguía y cada vez más fuerte. Los hermanos se llevaron un buen aguacero, y se decidió atajar por la calle Nueva para subir por San Juan y entrar en la Parroquia lo antes posible.
El esfuerzo de todos los hermanos por cargar a un ritmo rápido estos pesados tronos es de elogiar, pues gracias a la coordinación de los celadores que supieron mantener la calma, y el buen hacer de todos los cargadores, se logró entrar en media hora todo el cortejo procesional, desde Claudio hasta San Juan. Pero fueron treinta minutos angustioso para todos los cofrades, que lamentaban no poder continuar con el recorrido, y que las imágenes se estuvieran mojando a excepción del Señor.
A su llegada al templo, que se encontraba lleno de fieles que esperaban la entrada de la procesión, se celebró con tranquilidad y gran solemnidad la Ceremonia del Santo Entierro del Señor, con la marcha Tosca de fondo, interpretada como es tradional por la Banda de Música en el interior de la iglesia. Después que la imagen del Cuerpo del Señor Muerto fue sepultado en el catafalco, el párroco de San Juan Bautista pronunció un pequeño sermón de despedida, convocando a toda la comunidad parroquial a la Vigilia Pascual de mañana, Sábado Santo.
El equipo de Orotava Cofrade desea felicitar a la Hermandad del Santo Entierro, por el trabajo que han realizado durante estos tiempos de preparación. Se ha hecho todo lo posible para que las cosas salieran bien, pero con la climatología no se puede hacer nada, mas que esperar que no llueva, y lamentablemente, en esta Semana Santa la lluvia ha sido la gran protagonista.
Esperemos que pueda salir esta noche la Procesión del Silencio, con la imagen de la Dolorosa de la Parroquia de Ntra. Sra. de La Concepción, que es la que cierra siempre la jornada de Viernes Santo. Tiene prevista su salida a las 11 de la noche, con el siguiente recorrido: Parroquia de Ntra. Sra. de La Concepción (salida), Alfombristas, Colegio, Carrera del escultor Estévez, Tomás Zerolo, Inocencio García, y Parroquia de Ntra. Sra. de La Concepción (entrada).
No obstante, el mal sabor de boca ya no nos lo quita nadie.
I. G. S.