martes, 16 de julio de 2013

La Orotava se detiene...

La Orotava se detiene,
Se detiene la Orotava.
Amanece el dieciséis
De Julio, y en la mañana,
Hay algo extraño ese día
En el que el tiempo no pasa:
Las flores lucen más bellas,
más los pajaritos cantan;
y en San Juan gritan y gritan
denodadas las campanas;
gritan y gritan y no
se les daña la garganta.
El sol, en esa carrera
De cada día se para
Y, asomado en el Farrobo
Observa como en la plaza
Hay otro sol más brillante
Que el que en el cielo se alza.

Y ese Valle de Taoro
Vestido de pino y lava
Calla, enmudece, se vira
Celoso hacia a la Orotava
Y allí la ve, pura, bella,
En San Juan entronizada,
Mientras su Villa le ciñe
Una corona dorada.
¡Gloriosa Virgen del Carmen
Quien de tus manos colgara
Igual que ese escapulario
Que ha salvado tantas almas!
Casi tantas, Madre mía,
Como salva tu mirada.

Y esos trajes que la visten
Y presumen de arroparla;
Las joyas, que al lado de ella
Se quedan sin valer nada;
Las flores que ante esta Flor
Ven su belleza eclipsada…

Porque la Flor de la Villa,
A su Villa consagrada,
Por Dios fue cuidada, y Dios
Quiso verla coronada.
La Orotava se detiene,
Se detiene la Orotava.


Eduardo Duque, 2012