En la tarde otoñal de ayer los ojos de los villeros volvieron en este mes de octubre a mirar a la iglesia de San Francisco. Nos convoca la onomástica del abogado de las causas imposibles, San Judas Tadeo.
Esta pequeña imagen que llegara por los años 30 del siglo XX, congrega a cientos de personas, tanto de La Orotava como de la isla entera, pues la imagen de San Judas Tadeo fue durante mucho tiempo la única en la isla, y por su carácter de abogado de lo imposible atraía la devoción de muchas personas, ello se patentó en la noche de ayer, con una iglesia repleta.
La Solemne Eucaristía comenzó a las 6 de la tarde y se vivieron momentos muy bellos y emocionantes.
En estos tiempo difíciles más que nunca la gente acude, acudimos, a implorar desde salud hasta un trabajo, tantas y tantas cosas que quedan en el silencio de una plegaria, de una oración a este Apóstol de Cristo. Es por ello que acudíamos ayer a agradecer a Judas Tadeo su protección y su intercesión celestial.
Hasta el próximo año que lo volvamos a celebrar de forma gozosa, seguirá en lo alto de su retablillo en un mar incesante de flores y promesas, reflejo de su protección y nuestro cariño.
G. C. H.