domingo, 29 de mayo de 2011

"Dios asciende entre aclamaciones, el Señor al son de trompetas"

El próximo domingo día cinco de junio, la Iglesia celebra la Solemnidad de la Ascensión del Señor, con ella va casi culminando el tiempo pascual y constituye la coronación de la encarnación de Cristo para, al mismo tiempo, inaugurar una nueva presencia entre nosotros. El Espíritu amoroso y todopoderoso de Dios se queda con los Hombres, será enviado a sus discípulos en Pentecostés, pero de manera especial sigue realmente presente en el pan y el vino consagrados.

La solemnidad de la Ascensión del Señor, en el ámbito hispano, reboza de tradiciones y costumbres fundidas al culto Eucarístico. La Villa de La Orotava, Villa Eucarística por excelencia, será fiel reflejo de ello, con la tradicional ofrenda floral a S.D.M. que, a modo de lluvia, descenderá el domingo próximo desde las bóvedas del templo matriz orotavense.

Los grupos de jóvenes de la comunidad parroquial, junto a la Venerable Hermandad del Santísimo Sacramento, preparan en estos días, el “segundo día que brilla más que el sol”, según reza el dicho popular. Serán miles las rosas que, desde las primeras horas del sábado cuatro de junio, comenzarán a deshojarse en las sacristías del templo de manos de los acólitos, pequeños y grandes, para luego distribuirse en cubetas que serán colocadas en las cubiertas del templo y en el interior de la cúpula esperando convertirse en lluvia de alabanza a Jesucristo sacramentado.

Tras la solemne función eucarística que dará comienzo a las doce del mediodía, Su Divina Majestad paseará entre los villeros, envuelto por la lluvia de pétalos de rosas, las nubes de incienso, los ricos tejidos y muy especialmente por la adoración y el recogimiento de los fieles, para culminar bendiciendo a su pueblo al son del himno nacional y del repique de campanas.

Un año más, participemos de esta celebración que se convierte en la antesala del día magno de la Villa, la infraoctava del Corpus Christi.

J. R. A.