
En esta edición los niños se entregaron simbólicamente a María para que ella los tomara como el mejor arropo para su hijo Jesús, que pronto llega, con poesías y dibujos realizados en tarjetas rellenaron un pesebre de mimbre y madera para prepararlo para el próximo nacimiento de Jesús. Además, también se ofreció a la Santísima Virgen el habitual ramo de flores. Participó el coro parroquial que cantaron junto a los niños de Acción Católica.
J. R. A.