La Villa de La Orotava vivió anoche una jornada de lo más inusual, y es que las campanas de la parroquia de San Juan anunciaban con júbilo la llegada del esperado año 2013.
El Divino Infante de Nuestra Señora del Carmen, bajo dosel, esperaba impaciente en el trono preparado para la ocasión. La Solemne Concelebración Eucarística comenzaba a las 7 de la tarde, presidida por el Rvdo. D. Pedro Jorge Benítez, párroco de San Juan Bautista y Arcipreste de La Orotava, D. Marcos Antonio García Luis, Vicearcipreste y párroco de Nuestra Señora de La Concepción, de Los Realejos, D. José Ramírez, co-adjuntor parroquial de San Juan Bautista, de La Orotava y D. Santiago González Hernández, Vicario parroquia de Nuestra Señora de La Concepción, de Los Realejos, sacerdote en quién recayó la prédica, versando sobre la maternidad de María y la autonomia de Cristo. La Eucaristía estuvo animada por el Coro parroquial de San Antonio María-Claret, quien añadió un toque navideño a esta celebración con un repertorio de villancicos.
Los cultos externos comenzaban a las 20:26 horas, momento en el que el Divino Infante cruzaba el dintel de la puerta principal bajo los sones del Himno Nacional. Como estreno lucía un espectacular traje bordado en oro, confeccionado en Cádiz por Ramón Fernández Ruiz, con el escudo del Carmelo Descalzo y el monograma Iesus Hominum Salvator; además de unos zapatos bordados con calcetines blancos. El trono iba exornado con elegantes ramos de orquídeas moradas. Con las marchas Nazareno Realejero y Estrella Sublime se abría paso por las calles de la Villa, anunciando la llegada de tan esperado año para la Cofradía titular. A su regreso al templo, fue colocado nuevamente en el Nacimiento del Altar Mayor.
De esta manera llegaba el 2013 a La Villa, el comienzo de un año de lo más extraordinario, año de aniversarios, y que se une a la celebración del Año de la Fe para hacerlo, a mayor gloria de Dios, definitivamente del todo especial.
J. H. M.
