El mes de septiembre evoca a todos los villeros y foráneos a acercarnos por medio de la plástica al sufrimiento de Cristo, sea el Stmo. Cristo del Calvario, el Stmo. Cristo de la Misericordia, la Virgen de Gloria, entre otros. Esta última, la dolorosa suprema de La Orotava, la imagen que más expresa ese dolor contenido pero resignado ante una muerte inminente, vuelve, como así lo hiciera en la solemne noche del Jueves Santo, entre ascendentes columnas de incienso, cirios llameantes y el clamor de sus hijos, a ser protagonista de una historia que marcaría a este mundo incredulo. María mirando el cielo acompaña paciente el andar pausaso de su hijo maniatado a una columna, llora pero sabe que las damas de su Cofradía, la consuelan.
Con motivo de la Festividad de los Dolores de Ntra. Sra., la Venerable Cofradía de Damas de la Virgen de Gloria celebra su onomástica, hecho que lleva a la confección de este brillante cartel que anuncia de una forma sobria pero elegante los cultos que organiza dicha Cofradía. Basado en los motivos ornamentales del trono procesional de la Santísima Virgen, envuelta la Señora en un marco de plata con el anagrama de María a sus pies, se observa la imagen de medio cuerpo con su mirada perdida en el cielo, traspasada por el puñal, símbolo de su dolor transitorio. En el último tramo del cartel, en letras de oro, se anuncia el motivo de dicha composición, con la correspondiente fecha y hora.
G. C. H.
